Rostros escénicos santiagueros en “La espera”

No hay límites para las artes. A pesar del terrible año 2020, la creación de los artistas cubanos se ha visto multiplicada y elevada a altísimos estándares desafiando así a la COVID-19.
La espera, obra del artista de la plástica Alejandro Lescay obtuvo el segundo premio en la más reciente edición de Post-It, certamen de arte contemporáneo cubano. El jurado de premiación de esta séptima cita estuvo integrado por los artistas Nelson Ramírez y Luis Enrique Camejo, la curadora y galerista Gretel Medina, la curadora Laura Arañó y Miriam Pérez, galerista de Collage Habana.

Graduado en pintura y dibujo en la Academia José Joaquín Tejada de Santiago de Cuba en el 2007. Ha realizado diferentes exposiciones en nuestro país, así como en Alemania y Estados Unidos.
En esta ocasión el artista construyó retratos sociológicos de personas que lo rodean habitualmente. Según sus palabras:

“la espera es algo que todos compartimos, esperamos algo de la vida, de la muerte, del amor. Todos miramos al cielo y aunque no tengamos una creencia específica pedimos al universo y esperamos que las cosas ocurran”.

Para la realización de la serie utilizó el scratchboard porque la técnica le permite construir realidades e imágenes desde la oscuridad. Esta técnica le ofreció además la posibilidad de dibujar y trabajar, pero en el proceso inverso, poniendo luces en vez de sombras y tratando de encontrar las figuras desde la oscuridad hacia la luz.
Posee mucha teatralidad la técnica del scratchboard, según refiere el artista. Por ello dentro de los múltiples retratos de La espera se encuentran los artistas escénicos Lizandra Hechavarría Hurtado y Yanoski Suárez.

Lizandra, destacada actriz santiaguera que ha ido desarrollando una interesante carrera en varias agrupaciones teatrales de nuestro territorio. Su paso por los grupos Gestus, A Dos Manos, su colaboración con Metec Alegre y ahora con el Proyecto de Experimentación Escénica La Caja Negra así lo aseveran.

Por otro lado el multifacético Yanoski Suárez. Es bailarín, coreógrafo y director de Ad Livintum, compañía de Arte Contemporáneo de nuestra ciudad. Su carrera ha sido exitosa en Cuba y en varias regiones de Francia, porque añade su creatividad en la danza contemporánea y la enriquece con la cultura popular cubana, enfatizando códigos teatrales combinados con el arte del Tai Chi.

Son estos rostros, entre muchos, los que convidan al artista a continuar alerta, a la espera de los buenos sucesos y oportunidades que puede traer el 2021 después de tanto batallar la humanidad.

Fuente: Cubaescena

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